PRODUCTO INTERNO BRUTO E INFLACIÓN




PIB es el valor total de los bienes y servicios producidos en un país durante un cierto periodo de tiempo (generalmente un trimestre o un año); es decir, el total de lo que se produce con los recursos que se han utilizado en la economía, valorando cada bien final o servicio al precio que se maneja comúnmente en el mercado.

Para el cálculo del PIB sólo se tiene en cuenta la producción que se realiza en el país, dentro de las fronteras geográficas de la nación, sin importar si ésta producción fue realizada por personas o empresas nacionales o extranjeras.

Fórmula del PIB [consumo + inversión + gastos + exportaciones – importaciones]
Consumo: bienes y servicios comprados por familias y empresas
Inversión: el total de las compras hechas por las empresas
Gastos: los gastos de las administraciones públicas (sueldo de los empleados oficiales)
Exportaciones: a más exportaciones más riqueza
Importaciones: disminuyen el PIB del país importador

El PIB es una medida de la actividad económica de un país. A mayor producción del PIB el país crece, tiene más desarrollo.

El PIB per cápita (que en latín significa por persona) se obtiene dividiendo el PIB por el número de habitantes de un país (en el caso de Colombia estos datos estadísticos los da el DANE = Departamento Administrativo de Estadística Nacional)

La devaluación del peso hace que el PIB sea más bajo, lo que significa pobreza
Un factor para que el PIB suba es que los bienes y servicios tengan buen valor y que la población no crezca. Si la población crece mucho y ese crecimiento no es compensado con la producción el país se empobrece.



El fenómeno de la inflación se define como un aumento sustancial, persistente y sostenido del nivel general de precios a través del tiempo.

Este fenómeno puede llegar a producir resultados muy dañinos para la economía en general y el desarrollo de un país.

La Inflación se define como un proceso económico que involucra dos situaciones; la primera es una elevación continuada de los precios en la mayoría de los productos y servicios en general, y la segunda es la pérdida del valor del dinero para poder adquirir dichos productos y servicios; es decir, la primera es lo que se conoce como el costo de vida y la segunda como el poder adquisitivo. Cuando el costo de vida “aumenta” y el poder adquisitivo “baja” se evidencia la Inflación propiamente dicha.

El índice más utilizado para medir la inflación es el Índice de Precios al Consumidor comúnmente conocido como IPC, el cual indica porcentualmente la variación en el precio promedio de los bienes y servicios que adquiere un consumidor típico en dos periodos de tiempo, usando como referencia la canasta familiar.

La canasta familiar es un conjunto de bienes y servicios que consume un determinado estrato de la población. Esto se determina mediante encuestas que en Colombia las hace el DANE y se llaman las encuestas de Ingresos y Gastos. Con base en eso, se determina el conjunto promedio de consumo (o sea, la canasta familiar). Esto implica cantidades y calidades definidas. Esos bienes y servicios tienen por lo tanto, diferentes pesos (sus proporciones dentro del total en relación con el gasto que representa).

Con base en esa canasta, el DANE determina todos los meses los precios de los diferentes bienes y servicios y así se mide el valor de la canasta. Al convertirla en un índice (IPC, Índice de Precios al Consumidor) se puede calcular la inflación período a período.


Son múltiples las medidas que se pueden tomar para enfrentar los procesos inflacionarios; unas con mejores resultados que otras, y algunas pueden generar efectos negativos en la economía.

Los Bancos Centrales (En este Caso el Banco de la república) pueden influir significativamente en este sentido recurriendo a la tasa de interés y a la Política monetaria. Las tasas de interés altas, que reducen el crecimiento en la tasa monetaria, son una forma tradicional de combatir la inflación puesto que desestimula el consumo. Al desestimular el consumo, la consecuencia inmediata es una disminución de la producción generando desempleo y causando un estancamiento de la economía.


La devaluación de una moneda puede tener muchas causas, sin embargo, ésta generalmente sucede porque no hay demanda de la moneda local o hay mayor demanda que oferta de la moneda extranjera. Lo anterior puede ocurrir por pérdida de confianza en la economía local, volatilidad sociopolítica, inestabilidad de sus políticas fiscales, etc. Para controlar este fenómeno, los países optan por una de estas opciones: 

a) tener un mercado de cambio controlado, en donde la devaluación es una decisión que es tomada por el gobierno como consecuencia de, o para enfrentar una situación económica determinada.

b) un mercado de cambio libre, en donde las divisas se negocian sin intervención gubernamental y es el mercado el que determina los valores de cambio dependiendo de la oferta y demanda de divisas extranjeras. Bajo este régimen cambiario, a la devaluación se le conoce como depreciación.

De esta forma encontramos que la herramienta más utilizada para el control cambiario es el uso de las reservas internacionales. Detrás del precio de una moneda existe una teoría de oferta y demanda de dinero. Cuando la tasa de cambio alcanza un nivel muy elevado, presentándose una devaluación fuerte, quiere decir que los dólares en el mercado son escasos y por esto el precio sube. En tal caso, la autoridad monetaria y cambiaria puede vender dólares que tenga en reservas. Cuando se hace esto, en el mercado ya no se presenta escasez de la moneda extranjera, de manera que el precio de ésta baja y la tasa de cambio vuelve a estar dentro de unas condiciones aceptables.







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